EL MEJOR LUGAR PARA COMER EN EL NORTE DE LA ISLA
Uno de esos rincones de Santa Catarina que quedan en el alma por años y años es la zona de Sambaqui. Un lugar para bañarse sin que filas de sombrillas e hilos dentales atraigan multitudes. En Sambaqui el tiempo se detuvo, hizo una enorme pausa como esperando que uno se pierda en ese momento del pasado que vino de visita al presente.
Aquí las tradiciones son tan naturales como el mismísimo aire que se respira y están presentes en la arquitectura, en la gente y en los platos de los bares de la playa.
En Sambaqui el paisaje es una invitación a pintar cuadros, a tomar fotos. La mano del hombre está presente, pero no se siente su presencia. Aqui reina la naturaleza, la enormidad del mar y de las montañas del horizonte, aún la enorme ciudad de Florianópolis y su imponente puente colgante de toneladas de hierro se conjugan con el paisaje de manera poética.
La arquitectura de Sambaqui es del tipo colonial azoriano, con casas de techos a 2 o 4 aguas, tejas portuguesas y ventanas de vidrios repartidos y puertas de madera pintadas en vivos colores y enmarcadas por una franja del mismo color o de uno contrastante.
Ir al atardecer a Sambaqui es algo que vas a recordar por años. Lentamente el hermoso paisaje marítimo con las sierras catarinenses de fondo, se va transformando en un cielo estrellado con las luces de Florianópolis intentando emular el brillo del cielo, y el sol ocultándose lentamente pero sin pausa cubriendo el cielo de colores mágicos.
Cuando el sol se oculta finalmente el mar y el cielo se confunden en uno, con las luces de la ciudad marcando el horizonte, es ésta la hora que mas disfruto. Quizá sea por que es la hora de cenar!
Se que a muchos les va a sonar a "chivo", pero al igual que los demás lugares que recomiendo en este sitio, no lo hago por una cuestión económica, sino por mi propia experiencia en el lugar. Aclarado ésto "necesito" contarles que una de las cosas que mas extraño durante el año (tal vez la que más) es sentarme en una mesa de las de afuera del bar "Posto da Alfandega" y disfrutar de una suculenta y deliciosa "Sequencia de Camarão". Por las noches, a veces, suele haber un músico tocando canciones tranquilas del repertorio brasilero (Cobran el show). El paisaje, la paz y la deliciosa comida son un placer demasiado grande como para tener que esperar a las siguientes vacaciones.
Si yo tuviese hoy que elegir un lugar para mi vejez, y pudiese comprarme una casa en la isla, seguramente buscaría por este barrio.
No solo hay casas antiguas y restaurantes que cultivan sus propias ostras en la playa para servirlas super frescas, sino que también hay museos, ruinas, una hermosa costanera y mucha historia detenida en el aire esperando que uno la atrape y la conozca.
Bares y Restaurantes:
Pitangueiras:
Restinga Recanto
Do Gugu
Posto da Alfândega
Chopp e Prosa
Delicias do Mar
Café e poesía
Gaivotas de Sambaqui
Valvas:
Restaurante Beira D'agua
Botequim das Flores
Porto dos Manacás
En dónde queda.
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