ALICIA CUENTA SU VIAJE DESDE CORDOBA HASTA MARESIAS (SAO PAULO)

Viajamos desde Córdoba hasta Maresías (estado de Sao Paulo) durante la última semana de febrero y la primera de Marzo. Son 2500 km de recorrido, con un tiempo estimado de viaje de 30 hs. Decidimos probar la ruta recomendada por el GPS y Ruta0, que era cruzar por Paso de los libres/Uruguaiana y de allí tomar la BR 285 hasta Sao Borja. Hubiera sido igual ir por la desde P.de los Libres hasta Santo Tomé, quisimos saber si la ruta del lado brasilero era mejor. En mi opinión, está un poco mejor señalizada, pero son muy parecidas. Mucho tránsito de camiones y algunos tramos en mal estado. Desde Sao Borja continuamos por la 285 hasta Passo Fundo, y desde aquí la BR 153 con destino a Curitiba. Es un camino entre montañas así que hay bastantes curvas, además está bastante transitado por camiones, y con mucho control de velocidad, así es que se viaja a no más de 80 km/h la mayor parte del tiempo. Eso sí, el paisaje es hermoso. Una vez se llega a Curitiba, se toma la BR 116, y parte de la 101 hasta llegar a Sao Paulo, que serán alrededor de 400 km de autopista. Ahora, desde Sao Paulo a Santos, hay que cruzar una serie de puentes que cruzan sobre islas, este tramo sí que se hace lento por la gran cantidad de camiones que circulan en ambos sentidos. Son 70 km de paciencia… Llegando a Santos, se dividen las rutas, una para ir a Guarujá, la otra hacia las playas del norte. La primera localidad (y municipio) es Bertioga, luego sigue el municipio de Sao Sebastiao y sus hermosísimas playas.
Al ir llegando, notamos que hay muchos condominios que pensamos deben ser de casas de fin de semana de la gente de Sao Paulo. Habíamos visto en esta misma página referencias de las playas de Sao Sebastiao, y entre las opciones, decidimos llegar hasta Maresías. Es una playa grande, con olas, y buena infraestructura. Llegamos y nos pusimos a buscar alojamiento. Encontramos una posada al frente de la playa (y al frente de la plaza y de la oficina de información turística), que además está a media cuadra del supermercado. Se llama Frentemar, es sencilla, tiene una pequeña pileta y lugar para guardar el auto, no necesitábamos mucho más. Llegamos un domingo. Cuando quisimos pagar con tarjeta, ninguna servía…fuimos al cajero automático y tampoco… Y no hay locutorios, el teléfono público de la plaza funciona con tarjeta y el domingo no estaba abierto el negocio que vendía tarjetas para llamadas internacionales. El dueño de la posada muy amablemente nos prestó el teléfono de allí, nos comunicamos con Banelco, y estaba todo Ok… todo un misterio… Hasta que probamos comprando en el supermercado. Allí si funcionaron las tarjetas. ¿El problema? Simplemente que tanto en la posada como en los cajeros, el lector era para tarjetas a chip, en el caso de la posada el posnet tenía también la ranura para tarjetas con banda magnética, pero se ve que nunca lo habían usado. Por eso no sabía el dueño de la posada que debía pasar nuestra tarjeta por esa ranura. Así es que parece que nuestras tarjetas, en Sao Paulo, son arcaicas . Finalmente resuelto el problema, pudimos comenzar a disfrutar a pleno de nuestras vacaciones. Con la folletería que nos dieron en la oficina de información turística, comenzamos a recorrer los alrededores. Conocimos las playas cercanas de Paúba (aguas calmas), Guaecá (muchas olas), Toque toque Grande, Toque Toque pequeño (mar calmo).




Llegamos a Sao Sebastiao (capital del municipio) que está a 30 km de Maresías para averiguar por el ferry para cruzar a Ilhabella. Hermoso lugar, estaban preparando una especie de corsodromo para el carnaval que se avecinaba. Al día siguiente salimos bien temprano (7/7:30 hs) y tomamos el ferry a Ilhabella. Qué lugar fascinante!! Qué vegetación, qué paisajes, qué mar!! Fuimos a conocer Cachoeira da Toca (creo que la traducción sería Cascada de la cueva), hermoso lugar, unas cascadas cristalinas y bien frías, mucha vegetación y mosquitos, sobre todo, los que llaman borrachudos. En el ingreso a la cachoeira hay un gran dispenser de repelente, el cual fue verdaderamente efectivo!! Luego, recorrimos en el auto las playas del sur, y decidimos quedarnos en una cercana al puerto, en Ilha das Cabras. El agua, super cristalina y muy, muy calma. Ideal para ir con niños muy pequeños. En la isla que está justo al frente de la playa se hacen excursiones de buceo y snorkel. Y en la orilla de la playa se pueden ver esos peces rayados amarillo y negros que se ven mucho también en Bombinhas, en las playas de Prainha o Sepultura. Antes de volver, decidimos recorrer en auto las playas del norte, pero la verdad son más lindas las del sur porque en las del norte hay muchas embarcaciones. Tomamos el ferry de regreso a las 20 hs, en esa época y en ese lugar ya a las 19 es de noche. Volvimos encantados con el lugar, pero si nos dan a elegir, volvemos a escoger alojarnos en cualquiera de las playas del continente antes que en Ilhabella, porque así se tiene más libertad para recorrer la gran cantidad de playas que ofrece el municipio. Si uno se aloja en Ilhabella, hay que tomar más seguido el ferry, si bien no son más de R$16 /R$20, hay que pagarlos en efectivo, y si se viaja con poco efectivo, se está más limitado. Por supuesto que esto está condicionado al tipo de vacaciones que uno desea tomar, si el objetivo es estar en un solo lugar, y se está en busca de un mar calmo sin olas, Ilhabella es la mejor opción Del lado oeste de la isla hay hermosas playas con olas, pero el camino de acceso es un tanto complicado porque no es pavimentado, así que no fuimos y no puedo dar muchas opiniones al respecto. Sao Sebastiao ofrece más de 25 playas hermosas y de gran variedad. Aguas limpias, playas extensas. Solo pudimos visitar unas pocas en los 10 días que estuvimos, es un lugar al que ciertamente deseamos poder volver. El viaje es largo y agotador, pero bien vale la pena. Y si se dispusiera de más tiempo, se puede llegar en auto hasta Rio de Janeiro, hay una autopista directa desde Sao Paulo a Rio, y son 400/450 km de distancia. El regreso lo hicimos por la misma ruta. Analizamos la posibilidad de volver por Curitiba/Foz /Puerto Iguazú, pero no sabíamos cómo es la ruta. En distancia, eran varios Km más que la otra, y si al menos era igual, en tiempo nos iba a tomar mucho más. Hicimos noche en una localidad llamada Fluviópolis, estado de Paraná. Encontramos un pequeño hotel en medio de la ruta, que nos sorprendió por lo nuevo y cómodo que era. La noche para 3 (y un menor de 2 años) con desayuno incluido nos costó R$120. El único inconveniente es que el posnet del hotel solo admitía tarjetas a chip, así que menos mal que nos quedaba efectivo para pagar. Por si les interesa el dato, el hotel se llama Moro, y está sobre la BR 476, km 303 justo al frente de una estación de servicio. Al día siguiente cruzamos Uruguaiana a la noche, cenamos en la parrilla "Raza" (asado, por supuesto), y al día siguiente temprano emprendimos el regreso a Cba. Espero que este relato les pueda ser útil para quienes deseen conocer en auto otros destinos de Brasil. Si bien hay que manejar un poco más, ¡el esfuerzo vale la pena!
Alicia.




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